Pedagogía
La intervención pedagógica se convierte en un pilar fundamental para potenciar las capacidades de las personas con TEA y mejorar su calidad de vida en todas las áreas de su desarrollo.
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Desde nuestra mirada a la persona la contemplamos como única e irrepetible, desde un enfoque individual basado en sus potencialidades y descubriendo y dando respuesta a sus retos, aportando herramientas que les ayuden a desenvolverse con la mayor eficacia y autonomía posible en los diferentes contextos y a comprender el mundo e interactuar con él, buscando en la persona bienestar y felicidad.
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El enfoque en la persona se complementa con un enfoque basado igualmente en la familia: el acompañamiento , la escucha y la aportación de herramientas para el funcionamiento en casa es esencial para conseguir un entorno potenciador de desarrollo y aprendizaje , además de proporcionar en el hogar sosiego y bienestar.
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Nuestro enfoque de intervención está basado en la Terapia cognitivo-conductual y el Apoyo conductual positivo es fundamento de nuestra actuación con el fin de la mejora de la calidad de vida de la persona con TEA y la adquisición de habilidades adaptativas.
Sintonización con la realidad, comunicación e interacción
Juego y simbolización
Cognición y funciones ejecutivas
Habilidades sociales, mentalistas y emocionales
Conducta
Autonomía
SINTONIZACIÓN CON LA REALIDAD, COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN
Sintonizar con la realidad nos ayuda a comprender, expresar, compartir, aprender y crecer. Es esencial acompañar y acercar el mundo a nuestros chicos, ser apoyo en ese descubrimiento y acomodarnos a sus ritmos y sus procesos. Ayudar a que esa realidad sea afrontable y descubran bienestar y motivación para querer tocarla, sentirla y conectarse con ella.
Nuestra labor es esencial para que descubran placer en la interacción con el mundo y con el otro respetando siempre su espacio y sus tiempos, sin invadir, aprovechando cada oportunidad que nos den para acceder a ellos y en alerta continua para saber recibir e interpretar sus ganas de expresar, compartir, intercambiar y acercarse a nosotros.
Entendemos que la comunicación va mucho más allá del leguaje oral y nuestra intervención se enfoca en desarrollarla en toda su magnitud tanto a nivel expresivo como comprensivo. El lenguaje corporal que tantas pistas nos da para comprender estados, pensamientos, emociones o circunstancias es también un objetivo esencial en nuestro trabajo.
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En muchas ocasiones sus ganas de comunicar se ven mermadas por no tener herramientas para hacerlo, por no saber cómo comenzar o cómo continuar un intercambio comunicativo. Nuevamente nuestra labor consiste en estar atentas a esa intención, a esas conductas comunicativas (en ocasiones sutiles) para poder dar respuesta y que se sientan entendidos y respondidos. Cada uno de ellos necesitará un recurso diferente y una forma de intervención ajustada a sus necesidades, la mirada a la persona nuevamente tiene que ser el fundamento de la elección y la propuesta que hagamos, siempre abriendo posibilidades y no limitando. En otras ocasiones tal vez la necesidad esté en desarrollar una comunicación social, aprender las pautas de una conversación, expresar ideas, necesidades o emociones de manera adaptada que les posibilite la inclusión social... Volvemos a lo mismo: La mirada a la persona, sus capacidades y sus necesidades.
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JUEGO Y SIMBOLIZACIÓN
El juego desempeña un papel fundamental en el aprendizaje y el desarrollo infantil. Nos enfocamos en fomentar un juego significativo y funcional que promueva la ampliación de intereses, la creatividad, la resolución de situaciones y la interacción social. Utilizamos materiales diversos y entornos de juego adaptados a las necesidades de cada niño, brindándoles oportunidades para explorar, experimentar y aprender de manera divertida.
COGNICIÓN Y FUNCIONES EJECUTIVAS
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Las funciones ejecutivas nos permiten manejarnos con eficacia en los diferentes contextos. En las personas con TEA, estas habilidades suelen estar, en general, bastante comprometidas y esto afecta en su desenvolvimiento en la vida diaria: Atención, memoria de trabajo, seguir instrucciones, completar tareas, gestionar el tiempo, organizar y planificar, inhibir, flexibilizar, monitorizar, regular sus emociones, enfrentar situaciones nuevas o imprevistas, relacionarse con los demás... Por lo que es objetivo fundamental de nuestro trabajo.
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La coherencia central, habitualmente débil en las personas con TEA, también es objeto de nuestra intervención; implica la capacidad de integrar la información para tener una visión general y contextualizar la realidad lo cual es esencial para el aprendizaje y la comprensión tanto a nivel cognitivo como comunicativo y social. El enfoque en los detalles puede traer consigo dificultades en la comprensión del contexto, en la creación de prototipos y en la deducción de significados, si bien, ese enfoque en los detalles, es una fortaleza que debemos tener en cuenta porque les posibilita ser muy potentes para ciertas tareas.
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Por otro lado, es indispensable respetar sus tiempos de procesamiento de la información y producción de la misma, comprender como funciona su mente y no anticiparnos ni forzar su ritmo, desarrollar otras aptitudes cognitivas como son la percepción o la memoria de datos, en las que suelen ser potentes y aprovechar esas fortalezas como bastión y herramienta para el desarrollo de otras capacidades.​
HABILIDADES SOCIALES, MENTALISTAS Y EMOCIONALES
Las habilidades mentalistas aluden a la capacidad para atribuir estados mentales, comprender y predecir la conducta propia y de otras personas, sus pensamientos, intenciones y creencias. Trabajamos en el desarrollo de la Teoría de la Mente a través de actividades que fomentan: habilidades sociales, la interacción con los demás, la tolerancia a ideas diferentes a las nuestras,
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La empatía
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La identificación e interpretación de pensamientos, emociones y comportamientos.
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El reconocimiento de las intenciones de los demás
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Las habilidades mentalistas se encuentran estrechamente relacionadas con las habilidades sociales y emocionales cuya intervención se centra en proporcionar estrategias y apoyos específicos para mejorar su capacidad para interactuar de manera efectiva en contextos sociales y comprender las propias emociones y la de los otros. Trabajamos habilidades sociales y emocionales a través de:
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Historias sociales: enseñar y practicar comportamientos y normas sociales apropiados como ir a un cumpleaños, hacer la compra en el supermercado, ir a tomar un helado, etc.
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Role-playing: para fomentar la empatía emocional y cognitiva, trabajar situaciones sociales adaptadas, etc.
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Dinámicas de resolución de conflictos
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Visionado de videos: selección de videos adaptada a las experiencias próximas y relevantes a la realidad del niñ@, realizar pausas para hacer una discusión dirigida enfocada hacia preguntas e inferencias sobre los personajes, sus decisiones, emociones que sintieron en determinados momentos, etc.
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Lectura de cuentos: enseñar a identificar y gestionar emociones a través de las expresiones faciales, el lenguaje corporal y las acciones de los personajes.
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Reestructuración cognitiva: pensamiento-emoción-comportamiento.
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Desarrollo de habilidades interpersonales: iniciar y finalizar una conversación, presentarnos, respetar los turnos, etc.
CONDUCTA
Es frecuente que se den peculiaridades en el comportamiento de las personas con Autismo. En muchas ocasiones, provocado porque su flexibilidad está muy comprometida y repercute en sus actividades cotidianas y la adaptabilidad del entorno; en otras situaciones la causa puede ser el no comprender el entorno o determinadas situaciones que están viviendo o tal vez una dificultad en comunicar deseos, pensamientos o emociones o la frustración de no sentirse entendidos. Cuando esto sucede, puede ocasionar un desgaste emocional para las familias limitando dinámicas familiares como acudir a lugares o actividades de ocio, reducir su círculo social, salir a comprar, visitar a familiares, etc...
Desde un enfoque de Apoyo Conductual positivo, acompañamos a las familias y diseñamos programas de intervención rigurosos , analizando la forma y la función o finalidad de dicha conducta, llevando a cabo un análisis funcional previo al programa, profundizando en los antecedentes, la propia conducta y las consecuencias a la misma. Posteriormente , diseñamos el programa de intervención con recursos y estrategias para conseguir disminuir o eliminar la conducta objetivo.
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AUTONOMÍA
Trabajar actividades de la vida cotidiana es de suma importancia, ya que estas tareas son fundamentales para el desarrollo y la autonomía de los niños. A través de estas actividades, los pequeños aprenden a desenvolverse de manera independiente y a adquirir habilidades prácticas que les serán útiles a lo largo de toda su vida.
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Higiene personal: lavado de dientes y cara, etc.
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Vestirse: aprender a ponerse y quitarse la ropa, cómo ponerse los zapatos, abrigo, etc.
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Participación en actividades de la vida diaria: poner la mesa, ayudar en la cocina, etc.
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Habilidades para el desenvolvimiento en el entorno: Manejo del dinero, ir a comprar...